Celia Marquez

OBITUARIO
En Memoria de Celia Gamboa de Marquez (1943 – 2025)
Con profundo dolor y una fe inquebrantable en el plan de Dios, anunciamos el fallecimiento de nuestra amada madre, esposa, abuela y bisabuela, Celia Gamboa de Marquez, quien partió a la presencia del Señor el 12 de noviembre de 2025 en California, Estados Unidos.
Doña Celia nació el 21 de octubre de 1943 en el seno de la comunidad de Jacales, Monte Escobedo, Zacatecas, México. Fue la quinta de once hijos engendrados por los difuntos Salvador Gamboa y María Román. Desde su juventud, Celia se distinguió por ser una hija y hermana amorosa, entregada y hospitalaria.
A la edad de 19 años, encontró al amor de su vida, Felipe Márquez Montoya, con quien unió su destino en sagrado matrimonio el 14 de abril de 1963. Juntos formaron una familia ejemplar, dedicándose Celia en cuerpo y alma a la crianza de sus seis hijos.
Celia fue una mujer de gran fortaleza y sacrificio. En 1972 emigró de su querido Zacatecas a Guadalajara, donde trabajó con esfuerzo para proveer para los suyos. A los 42 años, impulsada por la necesidad y el deseo de ofrecer mejores oportunidades, tomó la difícil decisión de emigrar a California. Después de años de incansable cuidado y de compartir su amor incondicional con sus hijos y nietos en el extranjero, tomó la feliz decisión de regresar a sus raíces, a su amado Jacales, donde compartió días inolvidables con familiares y amigos.
Su fe, pilar de su existencia, era inquebrantable. Fiel devota de San Judas Tadeo, Celia extendía su fe a través de su bondad y carisma. Fue una abuela entregada y amorosa, una tía comprensiva y cariñosa, y una suegra afectuosa. Su hogar siempre fue un refugio de hospitalidad donde nadie se sentía extraño.
Entre sus pasatiempos favoritos se encontraban tomar fotografías, escuchar música ranchera y norteña, hacer su famosa gelatina, y pasar horas hablando por teléfono con sus seres queridos. La música de Los Alegres de Terán llenaba su casa, y disfrutaba especialmente de canciones como El último rodeo, Una página más, El columpio, Capricho maldito, Por ningún motivo, Me persigue tu sombra y Ausencia Eterna. En su corazón, guardaba un cariño especial por lugares como el Circo, Panera Bread, Las Fiestas, Alice's Burgers, y el Yogurt y Ice Cream.
La recordaremos por su personalidad amorosa, cariñosa, bondadosa y por la calidez que irradiaba.
A Doña Celia la sobreviven su amado esposo, Felipe Márquez Montoya, y sus hijos e hijas, quienes continúan su legado de amor y fe: Alicia, María, Leticia, Juan, Felipe y Carlos.
Su recuerdo será atesorado por sus yernos y nueras: Armando, Blanca, Maggie y Amanda.
Su espíritu vivirá en sus diecisiete nietos: Hector, Albert, Jorge, Tatiana, Arturo, Andrew, Jean Carlo, Armando Jr., Lauren, Natasha, Andrea, Sebastian, Phillip, Sarah, Matthew y James. Y en el brillo de sus ocho bisnietos: Leonardo, George, Luca, Levi, Alize, Dempsey, Vincent, Audrey y Khaleesi.
Al despedirnos de Celia, nos reconforta saber que su amor perdura en cada uno de nosotros. Siempre la recordaremos por el aroma que dejaba al pasar, por la fuerza de sus bendiciones y por el toque vibrante de su labial, símbolos imborrables de una vida plena y bien vivida.
Que descanse en paz. To send flowers to the family or plant a tree in memory of CELIA, please visit our floral store.