David Alejandro Montes

In Loving Memory of David Alejandro Montes
With heavy hearts, we announce the passing of David Alejandro Montes, a devoted father, son, brother, and friend. Born in Tegucigalpa, Honduras, on July 3, 1984, David moved to the United States at the age of three, first settling in New York before relocating to Florida with his family.
David attended South Lake High School, where he met his wife, Vanessa. His journey led him to serve in the U.S. Air Force, a testament to his dedication and strength. In 2007, he and Vanessa married and built a family together, welcoming their two beautiful daughters, Sofia and Valentina, whom he adored.
David had a deep passion for football, especially his beloved Miami Dolphins, and a love for cars. Over the years, he and his family moved to Ocala before returning to Clermont to be closer to loved ones.
Family meant everything to David. He had an unwavering love for his mother, María, and his siblings, Franklin, Matthew, and Kenny. He also shared a special bond with his adopted family, Bo and Jill, who loved him as their own.
David faced many challenges due to a condition that made life especially difficult for him. Despite his struggles, he was deeply loved, and his strength never went unnoticed. Though his journey was not always easy, he is now at peace.
His memory will forever live on in the hearts of his daughters, family, and all who knew him. May he rest in eternal peace, and may God hold him gently in His hands.
En Amorosa Memoria de David Alejandro Montes
Con el corazón pesado, anunciamos el fallecimiento de David Alejandro Montes, un padre, hijo, hermano y amigo dedicado. Nació en Tegucigalpa, Honduras, el 3 de julio de 1984, y se mudó a los Estados Unidos a la edad de tres años, estableciéndose primero en Nueva York antes de trasladarse a Florida con su familia.
David asistió a South Lake High School, donde conoció a su esposa, Vanessa. Su camino lo llevó a servir en la Fuerza Aérea de los EE. UU., un reflejo de su dedicación y fortaleza. En 2007, él y Vanessa contrajeron matrimonio y formaron una hermosa familia, dando la bienvenida a sus dos preciosas hijas, Sofía y Valentina, a quienes adoraba.
David tenía una profunda pasión por el fútbol americano, especialmente por su amado equipo, los Miami Dolphins, y un gran amor por los autos. A lo largo de los años, vivió con su familia en Ocala antes de regresar a Clermont para estar más cerca de sus seres queridos.
Para David, la familia lo era todo. Sentía un amor inquebrantable por su madre, María, y sus hermanos, Franklin, Matthew, y Kenny. También compartía un vínculo especial con su familia adoptiva, Bo y Jill, quienes lo amaban como a un hijo.
David enfrentó muchos desafíos debido a una condición que hizo su vida especialmente difícil. A pesar de sus luchas, fue profundamente amado, y su fortaleza nunca pasó desapercibida. Aunque su camino no siempre fue fácil, ahora descansa en paz.
Su memoria vivirá para siempre en los corazones de sus hijas, su familia y todos los que lo conocieron. Que descanse en paz eterna, y que Dios lo sostenga con ternura en Sus manos.