Isidra Villa Gonzaga

En Memoria de Nuestra Amada Mamá
Mamá, hermana, prima, abuelita, tía...
Ahora eres la estrella más bella que resplandece en el firmamento, iluminada con la luz de nuestro Señor Jesucristo y la Virgen de Guadalupe. La luz que te enviamos nosotros, tus hijos, es para reafirmar nuestro inmenso e infinito amor. Un amor puro y eterno, reflejo del que tú siempre nos diste incondicionalmente.
Mamá,
El temor más grande de dejar a tus "siete pollitos" se ha hecho realidad, y estamos sufriendo tu partida. Sin embargo, nos consuela saber que tú, nuestra Mamacita querida, ya no sufres. Al contrario, ahora estás gozando de la compañía de tu familia en el cielo: tu papá, mamá y hermanos. Esa paz tuya nos da la fuerza y la bendición para salir adelante, aunque sea sin nuestra "gallinita", como tú nos decías con tanto cariño.
Nos volveremos a ver, a cuidar y a querer, pero esta vez será un reencuentro eterno, para siempre, sin separarnos jamás. Esta es nuestra promesa, MAMÁ.
Te amaremos eternamente. Todos tus hijos estamos profundamente agradecidos por todo lo que hiciste por nosotros. Fuiste una luchadora incansable, siempre triunfante y sin caer jamás, porque eras 100% VILLA, con toda la fuerza y el corazón que eso implica.
Te pedimos que, desde donde estés, nos mandes una señal, una caricia al alma, que nos confirme que ya estás feliz, reunida con tu mamita, a quien tanto le pedías que te llevara con ella.
Con todo nuestro amor, por siempre.
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