Lilia Magana

Lilia Magana Obituary Lilia Magana, un ejemplo de amor y fe, falleció en la calidez de su hogar en Orange, California, el 19 de junio de 2025, rodeada de la familia a la que dedicó su vida. Nacida el 25 de julio de 1943 en Acuitzeramo, Michoacán, México, la trayectoria de Lilia estuvo marcada por la resiliencia, la pasión y un compromiso inquebrantable con sus seres queridos y sus creencias.
La historia de Lilia es un testimonio del poder del amor, ya que fue en las calles de Acuitzeramo donde conoció a su alma gemela, Rafael Magana. Su amor, inmediato y duradero, floreció en una relación que perduraría en el tiempo, culminando en más de 64 años de matrimonio. Juntos, construyeron una familia, un legado que trascendería fronteras y generaciones.
En 1974, Lilia y Rafael emprendieron un viaje de esperanza y aspiración al emigrar a Estados Unidos. Se establecieron en Orange, California, donde Lilia no solo cuidó de su familia, sino también de los huertos de la comunidad. Durante 20 años, trabajó como jardinera experta, tejiendo vida en la tierra con sus manos, cultivando belleza para que el mundo la apreciara. Al jubilarse, el espíritu protector de Lilia encontró un nuevo enfoque: sus nietos. Derramó su amor y sabiduría en sus vidas, ayudándolos a forjar su futuro con el mismo cuidado y atención que dedicaba a sus queridas plantas.
Mujer de profunda fe, la relación de Lilia con el Señor fue la piedra angular de su existencia. Su fe era tan vibrante y nutritiva como los huertos que cuidaba, brindando fuerza y consuelo a todos los que la conocieron. Su pasión se extendió a la cocina, donde elaboraba platos que no eran solo sustento, sino expresiones de su amor. Los aromas y sabores de su cocina crearon un tapiz de recuerdos que su familia atesorará por siempre. Y en los momentos de alegría, se la podía encontrar bailando y cantando, su espíritu tan vibrante como las melodías que adoraba.
Los intereses de Lilia reflejaban los anhelos de su corazón: cuidar de sus nietos, a quienes adoraba con todo su ser, y mantener su pasión por la jardinería, que continuó siendo una fuente de consuelo y alegría durante su jubilación. Cada planta, cada niño que cuidaba, florecía bajo su atenta mirada y su delicado tacto.
Describir a Lilia Magana es hablar de un amor sin límites, una fe que mueve montañas y una pasión que enciende el espíritu. Ella era la personificación de estas virtudes, impactando la vida de todos los que la rodeaban. Su legado perdura a través de su esposo, Rafael; sus cinco hijos: Antonio y su esposa María; Rafael Jr. y su esposa Lupe; Silvino y su esposa Brenda; Carlos y su esposa Sandra; Mike Magana; sus cuatro hijas: Sylvia y su esposo Alejandro Prado; Tere y su esposo Carlos Collazo; Irma y su esposo Arturo Pérez; Rosie y su esposo Ignacio Hernández; y las generaciones posteriores, incluyendo a sus 26 nietos y 4 bisnietos.
La vida de Lilia es una historia de inspiración, un recordatorio de que el amor que damos en vida resuena en la eternidad. Su recuerdo será por siempre una luz que nos guiará, animándonos a vivir con amor, a nutrir con pasión y a tener fe en la belleza de nuestros sueños. Honremos a Lilia Magana viviendo cada día con el mismo amor y dedicación que ella demostró a lo largo de su extraordinaria vida.
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Lilia Magana, a beacon of love and faith, passed away in the warmth of her home in Orange, California, on the 19th of June, 2025, surrounded by the family to whom she devoted her life. Born on July 25, 1943, in Acuitzeramo, Michoacan, Mexico, Lilia's journey was one marked by resilience, passion, and an unwavering commitment to her loved ones and her beliefs.
Lilia's story is a testament to the power of love, as it was in the streets of Acuitzeramo where she met her soulmate, Rafael Magana. Their love, immediate and enduring, blossomed into a partnership that would stand the test of time, culminating in over 64 years of marriage. Together, they built a family, a legacy, that would cross borders and generations.
In 1974, Lilia and Rafael embarked on a journey of hope and aspiration, immigrating to the United States. They planted their roots in Orange, California, where Lilia not only nurtured her family but also the community's gardens. For 20 years, she worked as a skilled gardener, her hands weaving life into the earth, cultivating beauty for the world to cherish. Upon retirement, Lilia's nurturing spirit found a new focus-her grandchildren. She poured her love and wisdom into their lives, helping to shape their futures with the same care and attention she gave to her beloved plants.
A woman of profound faith, Lilia's relationship with the Lord was the cornerstone of her existence. Her faith was as vibrant and nurturing as the gardens she tended, providing strength and comfort to all who knew her. Her passion extended into the kitchen, where she crafted meals that were not just sustenance, but expressions of her love. The aromas and flavors of her cooking created a tapestry of memories that her family will cherish forever. And in the moments of joy, she could be found dancing and singing, her spirit as vibrant as the melodies she adored.
Lilia's interests were a reflection of her heart's desires-caring for her grandchildren, whom she adored with every fiber of her being, and maintaining her love for gardening, which continued to be a source of solace and joy in her retirement. Each plant, each child she tended to, blossomed under her watchful eye and gentle touch.
To describe Lilia Magana is to speak of love that knows no bounds, faith that moves mountains, and passion that ignites the spirit. She was the embodiment of these virtues, touching the lives of everyone she encountered. Her legacy is carried on through her husband, Rafael; her five sons, Antonio and his wife Maria, Rafael, Jr. and his wife Lupe, Sil and his wife Brenda, Carlos and his wife Sandra, Mike Magana; four daughters, Sylvia and her husband Alejandro Prado, Terri and her husband Carlos Collazo, Irma and her husband Arturo Perez, Rosie and her husband Ignacio Hernandez-and the generations that follow, including her 26 grandchildren and 4 great-grandchildren.
Lilia's life is a narrative of inspiration, a reminder that the love we give in life echoes in eternity. Her memory will forever be a guiding light, encouraging us to live with love, to nurture with passion, and to have faith in the beauty of our dreams. Let us honor Lilia Magana by living each day with the same love and dedication she showed throughout her remarkable life.
Services
Visitation
Thursday
July 10, 2025
4:00 PM to 8:00 PM
Ferrara Colonial Mortuary
351 N. Hewes Street
Orange, CA 92869
Rosary and Sharing
Thursday
July 10, 2025
6:00 PM
Ferrara Colonial Mortuary
351 N. Hewes Street
Orange, CA 92869
Funeral Mass
Friday
July 11, 2025
10:00 AM
La Purisima Catholic Church
11712 N. Hewes Street
Orange, CA 92869
Graveside Service immediately following funeral service
Friday
July 11, 2025
12:00 PM
Holy Sepulcher Cemetery
7845 Santiago Canyon Rd.,
Orange, CA 92869