Mary Irma Shunn

Samuel Vasquez Cabrera, un esposo, padre, abuelo, hermano y amigo devoto y querido, falleció pacíficamente el 14 de diciembre a la edad de 85 años. Estuvo rodeado del amor de su esposa, hijos y familiares cercanos después de un período de salud deteriorada.

Nació el 15 de septiembre de 1940 en San Pedro de Macorís, República Dominicana. Samuel fue hijo del fallecido Eduardo Vasquez y Carmen Cabrera. A tan solo 20 años, valientemente dejó su tierra natal para comenzar una nueva vida en la ciudad de Nueva York. Comenzó como mecánico y, a través de la determinación y el autoaprendizaje, dominó oficios que iban desde la electrcidad hasta la plumeria obteniendo mas tarde certificaciones que oficialzaron sus habilidades. Con el tiempo, se dedicó a una carrera significativa de 30 años como Gerente Residente de una cooperativa de viviendas. Como líder natural, dejó una huella duradera en la vida de su personal, quienes cariñosamente lo llamaban "Mr. V." Su integridad, amabilidad y ética de trabajo incansable le valieron la admiración de innumerables residentes, muchos de los cuales llegaron a verlo no solo como un gerente, sino como un amigo de confianza en quien siempre podían contar.

Una Vida de Amor y Generosidad

Samuel vivió su vida guiado por el amor y movido por un raro desinterés. Tenía un corazón que instintivamente se preocupaba por los demás y un espíritu que siempre se inclinaba a ayudar a quienes lo rodeaban. Ya fuera reparando algo para un amigo o ofreciendo apoyo a un familiar, Samuel siempre estaba presente, con humildad, sinceridad y con una generosidad que no pedía nada a cambio. Tenía una manera silenciosa de ser el héroe de todos, a menudo sin que la persona se diera cuenta de la profundidad de sus sacrificios.

Su curiosidad y mente ágil lo convirtieron en un verdadero hombre renacentista, un "todero" que amaba aprender y crear. Encontraba alegría en cualquier cosa que le permitiera trabajar tanto con sus manos como con su mente, ya fuera construyendo computadoras, abordando proyectos mecánicos o arreglando lo que necesitaba atención en casa. Pero más que nada, sus momentos más felices los pasaba con su familia.

Sus cuatro nietos eran la luz de su vida. Disfrutaba ver películas de acción con ellos, llevarlos a comer pilas esponjosas de pancakes en IHOP y jugar interminables partidas de ajedrez y juegos de mesa favoritos, especialmente Parcheesi, donde celebraba con orgullo sus frecuentes victorias. Cuando jugaba, dejaba a un lado las emociones no por la necesidad de ganar, sino para enseñar una lección más profunda: en la vida, no siempre ganarás y cada victoria o derrota es una oportunidad para crecer, aprender y apreciar las fortalezas de los demás.

Samuel tenía una presencia rara y extraordinaria que inmediatamente tocaba los corazones de quienes lo rodeaban. La gente se sentía naturalmente atraída por su calidez, amabilidad y genuina sinceridad en cada interacción. Tenía un deseo inquebrantable de hacer sonreír a los demás y fomentar un sentido de pertenencia donde quiera que iba. Su capacidad para elevar a los demás lo hizo instantáneamente querido, y el simple regalo de su presencia dejó una impresión duradera en todos los que tuvieron la suerte de conocerlo.

Familia

El amor de Samuel vive a través de su esposa de 43 años, Mercedes Vasquez, y sus cuatro hijos:

• Wendy (Vasquez) Sarmento y su esposo, John Sarmento • Samuel "Junior" Vasquez y su esposa, Judie Vidals • Jadie Vasquez y su esposo, David Santiago • Saril Vasquez y su esposo, Rokas Lukosevicius

Él fue el orgulloso abuelo de Kayla y Jordan Sarmento, Abigail Vasquez y Annalise Santiago, quienes cada uno le trajo alegría y propósito inmensos. También le sobreviven su hermano, Benjamin Vasquez, y sus hermanas, Percida Vasquez, Damaris Vasquez y Lydia Vasquez, junto con muchos sobrinos, familiares extendidos y amigos de toda la vida que se sintieron profundamente tocados por su generoso corazón y suave fortaleza. Le preceden en la muerte sus padres, Eduardo Vasquez y Carmen Cabrera; su hermano, Josue Vasquez; y su hermana, Rosita Molina. Encontramos consuelo en saber que Samuel se ha reunido con ellos en paz eterna.

Información del Servicio

Una celebración de la vida notable de Samuel, su espíritu generoso y su legado perdurable se llevará a cabo en Palm Beach Memorial, 3691 North Seacrest Blvd , Lantana FL 33462 el 14 de Diciembre a las 10:00 am.

Para quienes no puedan asistir en persona, donde tambien habriá un libro de visitas en linea disponible para condolencias, recuerdos y mensajes a la familia.

Samuel Vasquez Cabrera, a devoted and beloved husband, father, grandfather, brother, and friend, passed away peacefully on December 1st 2025. He was surrounded by the love of his wife, children, and close family after a period of declining health.

Born on September 15, 1940, in San Pedro de Macoris, Dominican Republic, Samuel was the son of the late Eduardo Vasquez and Carmen Cabrera. At just 20 years old, he bravely left his homeland to begin a new life in New York City. He started out as a mechanic and, through determination and self-teaching, mastered trades from electricity to plumbing-later earning certifications to make his skills official. In time, he devoted himself to a meaningful 30 year career as the Resident Manager of a housing cooperative. As a natural leader, he left a lasting mark on the lives of his staff, who affectionately called him "Mr. V." His integrity, kindness, and tireless work ethic earned the admiration of countless residents, many of whom came to see him not only as a manager but as a trusted friend they could always rely on.

A Life of Love and Generosity

Samuel lived his life guided by love and driven by a rare selflessness. He had a heart that instinctively cared for others and a spirit that always leaned toward helping those around him. Whether fixing something for a friend or offering support to a family member, Samuel showed up, with humility, with sincerity, and with a generosity that asked for nothing in return. He had a quiet way of being everyone's hero, often without people even realizing the depth of his sacrifices.

His curiosity and quick mind made him a true Renaissance man, a "jack of all trades" who loved learning and creating. He found joy in anything that let him work with both his hands and his mind-whether working and or building computers, diving into mechanical projects, or fixing whatever needed attention around the house. But more than any of these, his happiest moments were spent with family.

His four grandchildren were the light of his life. He cherished watching action movies with them, treating them to fluffy stacks of pancakes at IHOP, and playing endless games of chess and beloved board favorites-especially Parcheesi, where he proudly celebrated his frequent wins. When he played, he set aside emotions not out of a need to win, but to teach a deeper lesson: in life, you won't always come out on top, and every win or loss is an opportunity to grow, to learn, and to appreciate the strengths of others

Samuel had a rare and extraordinary presence that immediately touched the hearts of those around him. People were naturally drawn to his warmth, kindness, and genuine sincerity in every interaction. He had an unwavering desire to make others smile and foster a sense of belonging wherever he went. His ability to uplift others made him instantly beloved, and the simple gift of his presence left a lasting impression on everyone fortunate enough to know him.

Family

Samuel's love, lives on through his wife of 43 years, Mercedes Vasquez, and his four children:

• Wendy (Vasquez) Sarmento and her husband, John Sarmento

• Samuel "Junior" Vasquez and his wife, Judie Vidals

• Jadie Vasquez and her husband, David Santiago

• Saril Vasquez and her husband, Rokas Lukosevicius

He was the proud grandfather of Kayla and Jordan Sarmento, Abigail Vasquez, and Annalise Santiago, who each brought him immeasurable joy and purpose.

He is also survived by his brother, Benjamin Vasquez, and his sisters, Percida Vasquez, Damaris Vasquez, and Lydia Vasquez, along with many nieces, nephews, extended family members, and lifelong friends who were deeply touched by his generous heart and gentle strength.

He is preceded in death by his parents, Eduardo Vasquez and Carmen Cabrera; his brother, Josue Vasquez; and his sister, Rosita Molina. We take comfort in knowing Samuel is reunited with them in eternal peace.

Service Information

A celebration of Samuel's remarkable life, generous spirit, and enduring legacy will be held at Palm Beach Memorial, 3691 North Seacrest Blvd, Lantana FL 33462 on December 14th at 10:00am

For those unable to attend in person, an online guest book is available for condolences, memories, and messages to the family.