Alejandro Severino

Alejandro Severino entered the arms of his Lord and Savior, Jesus Christ on Saturday, October 16, 2021. 

Born in El Valle, Sabana De La Mar, Dominican Republic, he was a well-respected part of his community there. He fathered 6 Children in the Dominican Republic and remained there until he emigrated to the United States. He was a Police officer and ultimately retired from the police force with Rank of Lieutenant after 20 Years. He never received any reprimands, nor did he ever have a need to engage in any activity that was morally wrong, and he was proud of it. A Devout Catholic, he lived his life by the “Golden Rule”.

Having immigrated to the United States, he married Nuris Severino in 1972 and raised 4 children with her. He began work at Emerson Textiles, in Chelsea, where he worked for 18 years and later retired. After Retirement, he once again returned to Emerson to do odd jobs to keep busy. During that time, he also worked for Taggart Driving School for about 13 years located in Lincoln/Carlisle, MA. He found great joy in teaching students to become great drivers in the state of Massachusetts, and later established Latin American Driving School, in Lynn, MA. He was also a foster parent along with his wife, Maria Payano de Severino, and fostered many children who now call him their greatest role model. 

An avid reader, he had books on everything from the meaning of life to electronics manuals. He was a Jack of all trades and spent considerable free time working on many vehicles and caring for numerous pets throughout the years. He even had a pigeon he rescued, who after recovering, would follow him to work! He played the accordion and keyboard and loved music.

Don Alejandro, as he was lovingly referred to, was a man of great character, strength, loyalty, and compassion. He always had a smile to share and was often found laughing out loud after telling one of his many jokes. He was a Man’s Man, a man others looked up to and had a great moral compass. 

He will be greatly missed.

He was predeceased by his mother, Romena Cornelio and father, Jacinto Severino and his son, Jose Alberto Toribio. He leaves his wife of 23 years, Maria Payano de Severino, His Children, Alejandro Severino, Ivelisse Henriquez, Andres William Severino, Mercedes Segura, Maria Victoria Gutierrez, Ramona De Los Santos, Georgina Toribio, Petronila Jimenez, Alexandra (Severino)Ohaka and Her husband Moses Chinedu Ohaka, Natali Severino Payano and her husband, Eliezer Damian Genao, Maria Pettipas and her husband Edward, Fiordaliza Burgos. Don Alejandro also leaves many grandchildren and great-grandchildren as well. He also leaves his brother Mardonio Severino and sister Grecia Severino Both of New Jersey, and his late brothers, Marcelino Castillo Cornelio and Juanito Cornelio and Juan Cornelio of the Dominican Republic.

Alejandro Severino entró en los brazos de su Señor y Salvador Jesucristo el sábado 16 de octubre de 2021.

Nacido en El Valle, Sabana De La Mar, República Dominicana, era un hombre muy respetado de su comunidad allí. Fue padre de 6 hijos en República Dominicana y permaneció allí hasta que emigró a los Estados Unidos. Era un oficial de policía y finalmente se retiró de la fuerza policial con rango de Teniente después de 20 años. Nunca recibió ninguna reprimenda, ni tuvo la necesidad de participar en ninguna actividad moralmente incorrecta, y estaba orgulloso de ello. Un católico devoto, vivió su vida según la "regla de oro"

Habiendo emigrado a los Estados Unidos, se casó con Nuris Severino en 1972 y crió a 4 hijos con ella. Comenzó a trabajar en Emerson Textiles, en Chelsea, donde trabajó durante 18 años y luego se jubiló. Después de la jubilación, una vez más regresó a Emerson para hacer trabajos ocasionales para aliviar su aburrimiento. Durante ese tiempo, también trabajó para una escuela de educación vial durante aproximadamente 13 años ubicada en Lincoln / Carlisle, MA. Encontró una gran alegría en enseñar a los estudiantes a convertirse en grandes conductores en el estado de Massachusetts y luego estableció Latin American Driving School, en Lynn, MA. También fue padre adoptivo junto con su esposa, María Payano de Severino, y adoptó a muchos niños que ahora lo llaman su mejor modelo a seguir.

Un ávido lector, tenía libros, sobre todo, desde el significado de la vida hasta manuales de electrónica. Era un experto en todos los oficios y pasaba un tiempo libre considerable trabajando en muchos vehículos y cuidando numerosas mascotas a lo largo de los años. Incluso tenía una paloma que rescató, que después de recuperarse, ¡lo seguiría al trabajo! El tocaba el acordeón y el teclado y amaba la música.

Don Alejandro, como lo llamaban cariñosamente, era un hombre de gran carácter, fuerza, lealtad y compasión. Siempre tenía una sonrisa para compartir y, a menudo, se reía a carcajadas después de contar uno de sus muchos chistes. Era un hombre de hombre, un hombre al que otros admiraban y tenía una gran brújula moral.

Lo extrañaremos mucho.

Le precedieron en muerte, su madre, Romena Cornelio y su padre, Jacinto Severino y su hijo, José Alberto Toribio. Deja a su esposa de 23 años, María Payano de Severino, Sus Hijos, Alejandro Severino, Ivelisse Henríquez, Andrés William Severino, Mercedes Segura, María Victoria Gutiérrez, Ramona De Los Santos, Georgina Toribio, Petronila Jiménez, Alexandra (Severino) Ohaka y Su esposo Moses Chinedu Ohaka, Natali Severino Payano y su esposo, Eliezer Damián Genao, María Pettipas y su esposo Edward, Fiordaliza Burgos. Don Alejandro también deja muchos nietos y bisnietos. El deja a su hermano Mardonio Severino, su hermana Grecia Severino, ambos de Nueva Jersey, y a sus difuntos hermanos, Marcelino Castillo Cornelio y Juanito Cornelio y Juan Cornelio de la República Dominicana.