Víctor Espino Díaz ,53,of Moses Lake Washington, passed away unexpectedly after a tragic and fatal accident on his way to work on May 23, 2024 at aproximately 3:40 AM. Victor was born on July 28,1970 at El Ranchito Michoacán, Mexico. Victor survived by his wife Elsa lidia Mancilla Vargas of 27 years of marriage. Who he married on January 7th of 1995, and his four children, Diana Luisa Espino-Mancilla, Aitza Yanet Espino-Mancilla, Mitziana Guadalupe Espino-Mancilla, Victor Jesús Espino-Mancilla. His mother Leocadia Becerra Díaz and his father Librado Espino. He is predeceased by his father-in-law Antonio Serratos Ramirez and his uncle Sabino Espino García, and his grandfather Seferino Espino at the gates of heaven.
In the year 1998, Víctor chased the american dream and managed to move and relocating his wife(Elsa lidia Mancilla Vargas) and his oldest daughter (Diana Luisa Espino -Mancilla) to give them a better way of life. He worked really hard for years to be able to afford and buy his own home and 5 acres. Where by then he had added to his own family his second oldest daughter( Aitza yanet Espino-Mancilla) and his youngest twin daughter and son (Mitziana Guadalupe Espino-Mancilla), Victor Jesús Espino-Mancilla). His wife and kids were the most important part of his life.
Victor enjoyed taking care of animals he went to school to learn how to help take care of cattle. He knew how to administer Medicine, provide first aide and helping the cows during labor. He worked at dairy’s most of his life and always exceeded their expectations of a job well done. He often attended Mexican rodeos to watch the bull rides and to hear the Mexican bands play some of his favorite songs. He enjoyed going to family gatherings to spend time with his family and friends. He often would show up to these blaring the song “El Cadete “ by laberinto. He always liked looking sharp with various alligator or snake skin boots and matching belts. We can’t forget the coordinating cow boy hat and his gold sparkly medallion he wore around his neck most everywhere he went. He was a problem solver often taken on tricky home remodels or working on tractors at his place of work. He was a spiritual man following the Catholic faith devoting his faith in our Virgin Mary lady of Guadalupe and Jesus Christ our all mighty father. He will be deeply missed by his family and friends, and all who knew him.
Víctor Espino Díaz, de 53 años, de Moses Lake Washington, falleció inesperadamente luego de un trágico y fatal accidente cuando se dirigía al trabajo el 23 de Mayo del 2024 aproximadamente a las 3:40 AM. Víctor nació el 28 de julio de 1970 en El Ranchito Michoacán, México. A Víctor le sobreviven su esposa Elsa Lidia Mancilla Vargas de 27 años de casados. Ellos se casaron el 7 de enero de 1995, y sus cuatro hijos, Diana Luisa Espino-Mancilla, Aitza Yanet Espino-Mancilla, Mitziana Guadalupe Espino-Mancilla, Víctor Jesús Espino-Mancilla. Su madre Leocadia Becerra Díaz y su padre Librado Espino. Le anteceden en muerte su suegro Antonio Serratos Ramírez y su tío Sabino Espino García, y su abuelo Seferino Espino a las puertas del cielo.
En el año 1998, Víctor persiguió el sueño americano y logró mudarse y reubicar a su esposa (Elsa lidia Mancilla Vargas) y su hija mayor (Diana Luisa Espino-Mancilla) para darles una mejor forma de vida. Trabajó muy duro durante años para poder costear y comprar su propia casa y 5 acres. Donde para entonces había sumado a su propia familia a su segunda hija mayor (Aitza Janet Espino-Mancilla) y su hija e hijo gemelos menores (Mitziana Guadalupe Espino-Mancilla), Víctor Jesús Espino-Mancilla. Su esposa e hijos fueron la parte más importante de su vida.
Víctor disfrutaba cuidando animales. Fue a la escuela para aprender a cuidar el ganado. Sabía administrar Medicina, brindar primeros auxilios y ayudar a las vacas durante el parto. Trabajó en una lechería la mayor parte de su vida y siempre superó sus expectativas de trabajo bien hecho. A menudo asistía a rodeos mexicanos para ver los paseos en toro y escuchar a las bandas mexicanas tocar algunas de sus canciones favoritas. Le gustaba ir a reuniones familiares para pasar tiempo con su familia y amigos. A menudo se presentaba ante ellos tocando a todo volumen la canción “El Cadete” de laberinto. Siempre le gustó lucir elegante con las distintas botas de piel de caimán, serpiente, etc. y cinturones a juego. No podemos olvidar el sombrero de vaquero a juego y su medallón dorado brillante que llevaba alrededor del cuello en casi todos los lugares a los que iba. Era un solucionador de problemas que a menudo lo contrataban en remodelaciones complicadas de casas o trabajando en tractores en su lugar de trabajo. Fue un hombre espiritual siguiendo la fe católica dedicando su fe en nuestra Virgen María señora de Guadalupe y Jesucristo nuestro padre todopoderoso. Su familia, sus amigos y todos los que lo conocieron lo extrañarán profundamente.
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