Christina Mumford Llamas

Christina Mumford Llamas, born on July 3, 1973, passed away on November 14, 2025. She leaves behind a lifetime of love, laughter, and unforgettable moments shared with those who knew her.
Christina is survived by her devoted husband of 33 years, Jose Luciano Llamas Delgadillo, and by her beloved children: Travis, Kayla, Debonee, Lupe, and Michael. She is also survived by her brothers, David and Kevin Mumford, as well as her cherished grandchildren: Jordan, Angie, Rosalee, Andres, Jayln, and Royce.
Christina had a vibrant spirit and a warm presence. Her favorite color was purple, and she had a deep love for butterflies, which she felt brought peace and beauty into the world. She enjoyed the simple comforts of life-coffee, Coca-Cola, peanut butter, Dr. Pepper floats, and a good plate of spaghetti. She also liked smoking cigarettes and found her own kind of calm in the routine of it.
Christina is now reunited with her mother and is carried onward by the memories and love of her family, who will forever hold her close in their hearts.
Her life was full, her love was strong, and her memory will remain a blessing to all who knew her.
Christina Mumford Llamas, nacida el 3 de julio de 1973, falleció el 14 de noviembre de 2025. Deja tras de sí una vida llena de amor, risas y momentos inolvidables compartidos con quienes la conocieron.
A Christina le sobreviven su devoto esposo durante 33 años, José Luciano Llamas Delgadillo, y sus queridos hijos: Travis, Kayla, Debonee, Lupe y Michael. También le sobreviven sus hermanos, David y Kevin Mumford, así como sus queridos nietos: Jordan, Angie, Rosalee, Andrés, Jayln y Royce.
Christina tenía un espíritu vibrante y una presencia cálida. Su color favorito era el morado y sentía un profundo amor por las mariposas, que, en su opinión, aportaban paz y belleza al mundo. Disfrutaba de los placeres sencillos de la vida: el café, la Coca-Cola, la mantequilla de cacahuete, los flotantes de Dr. Pepper y un buen plato de espaguetis. También le gustaba fumar cigarrillos y encontraba su propia forma de calma en la rutina de hacerlo.
Christina se ha reunido ahora con su madre y sigue viva en los recuerdos y el amor de su familia, que la llevará siempre en su corazón.
Su vida fue plena, su amor fue fuerte y su recuerdo seguirá siendo una bendición para todos los que la conocieron.