Enriqueta "Ketty" de Jesus Lopez

Enriqueta De Jesus "Ketty" Lopez (née Acuña-Surí), age 87, passed away peacefully on September 1, 2025, in Atlantis, Florida.

Born on July 5, 1938, in Cienfuegos, Cuba, Ketty lived a life marked by deep love for her family, unwavering faith, and a profound sense of sacrifice and resilience.

Ketty was the beloved wife of Jose R. Lopez and the devoted mother of four children: Roberto Lopez; Juan A. Lopez (wife Nilda); Alexander Lopez (Angie Adams); and Emelina "Emely" Polhill (husband John). She had 7 grandchildren and three great grandchildren; Juan A. Lopez Jr. (wife Rebecca, son Kai); Rebekah Lopez Kral (husband Cody, daughter Isabella); Alexander James Lopez (daughter Zoey Gill); Nicholas Lopez; Grant Polhill (wife Keelyn); Myles Polhill (wife Genaveve); and Ryland Elizabeth Polhill.

She is also survived by her identical twin sister Catalina Acuña-Surí Acevedo; sister-in-law Maria Eugenia Vico; along with nieces and nephews and extended family. Ketty was preceded in death by her parents, Emelina Surí and Pablo Tomas Acuña.

A woman of deep conviction and compassion, Ketty was known for her sweet smile, her gift for storytelling, and her ability to connect with anyone she met. Her stories often reflected her cherished memories of Cuba-her homeland that she loved deeply and missed dearly. Though she left behind much when she immigrated at the age of 33 to the United States, she did so with courage and determination to provide a better life for her family. Her sacrifices laid the foundation for generations to come, a legacy that will never be forgotten.

Ketty's love for animals was well known-she never turned away a stray-and her beloved dog "Pucho" held a special place in her heart. She found joy in simple pleasures: sewing, crocheting, cooking, and most of all spending time with those she loved. She always wanted her home to be open to family gatherings filled with laughter and shared meals.

A faithful believer in Christ, Ketty led by example in guiding her children to church. Her quiet strength and spiritual devotion were cornerstones of her life. She instilled values of kindness, perseverance, and unconditional love in those around her.

Ketty's memory will live on through the countless lives she touched with her generosity of spirit and boundless love. May her legacy continue to inspire all who knew her.

A graveside service will be held at Ridgelawn Cemetery in Clewiston, Florida. Time and date to be determined.

Enriqueta De Jesús "Ketty" López (Acuña-Surí), a los 87 años, partió en paz el 1 de septiembre de 2025 en Atlantis, Florida.

Nació el 5 de julio de 1938 en Cienfuegos, Cuba, y a lo largo de su vida nos enseñó con su ejemplo lo que significan el amor a la familia, la fe firme y la fortaleza ante cualquier dificultad.

Ketty fue la querida esposa de José R. López y la mamá entregada de cuatro hijos que siempre fueron su orgullo: Roberto López; Juan A. López (con su esposa Nilda); Alexander López (con Angie Adams); y Emelina "Emely" Polhill (con su esposo John). Fue abuela de 7 nietos y bisabuela de tres, cada uno de ellos llevando consigo un pedacito de su cariño y enseñanza: Juan A. López Jr. (con Rebecca y su hijo Kai); Rebekah López Kral (con Cody y su niña Isabella); Alexander James López (con su hija Zoey Gill); Nicholas López; Grant Polhill (con Keelyn); Myles Polhill (con Genaveve); y Ryland Elizabeth Polhill.

Le sobreviven además su hermana gemela Catalina Acuña-Surí Acevedo, a quien estuvo unida con un lazo inseparable; su cuñada María Eugenia Vico; y muchos sobrinos, sobrinas y demás familia. Fue precedida en la muerte por sus padres, Emelina Surí y Pablo Tomás Acuña, a quienes siempre llevó en el corazón.

Ketty tenía una sonrisa dulce y una manera especial de contar historias que hacía sentir a todos cerca de Cuba, la tierra que tanto amó y nunca dejó de extrañar. Con solo 33 años, tuvo la valentía de empezar de nuevo en Estados Unidos para darle un mejor futuro a los suyos. Ese sacrificio se convirtió en la herencia más grande que nos dejó.

Quienes la conocieron saben que tenía un amor inmenso por los animales, nunca se resistía a recoger un callejerito, y su perrito "Pucho" fue su compañero fiel. Disfrutaba de lo sencillo: coser, tejer, cocinar y, sobre todo, estar rodeada de su familia. Su casa siempre fue un lugar de reunión, risas y comidas compartidas.

Su fe en Cristo fue el pilar de su vida, y con su ejemplo enseñó a sus hijos a caminar en la fe. Con serenidad y firmeza transmitió valores de bondad, perseverancia y amor incondicional que seguirán vivos en cada uno de nosotros.

Ketty vivirá en el recuerdo de todos los que tuvimos el privilegio de quererla y aprender de ella. Su amor, su fuerza y su legado seguirán acompañándonos siempre.

El sepelio tendrá lugar en el cementerio Ridgelawn en Clewiston, Florida, en una fecha que se anunciará más adelante.