Maria Santellano

María Santelleno, de 105 años, partió a descansar en paz el 24 de octubre de 2025, en su hogar en Mission, Texas, rodeada del amor de su familia. Nació el 15 de enero de 1920, en Guanajuato, México, hija de los difuntos Florencio Moreno y María de Jesús Banda.
María fue una mujer llena de vida, alegría y fortaleza. Le apasionaba bailar, cuidar su jardín, y preparar su delicioso mole, el cual todos esperaban con ansias en cada reunión familiar. Su hogar siempre estaba lleno de música, risas y el aroma de sus platillos. Disfrutaba escuchar mariachis, y sus grupos favoritos eran Los Alegres de Terán. Su canción más querida, "Los Ojos", siempre le traía hermosos recuerdos y la hacía sonreír con nostalgia.
Fue una madre, abuela y bisabuela ejemplar; una mujer que vivió para su familia y que siempre tuvo una palabra de cariño y un consejo lleno de sabiduría. Su alegría por la vida era contagiosa, y su espíritu fuerte y amoroso seguirá vivo en cada generación que deja como legado.
María fue precedida en muerte por sus amado esposo, Jesús Santelleno, y su querida hija, Antonia Mariquez.
Le sobrevive su amada hija Emilia Hernández, así como numerosos nietos, bisnietos y tataranietos, quienes la recordarán con profundo amor y gratitud por todo lo que les enseñó.
Su vida fue un ejemplo de amor, humildad y alegría. María vivirá eternamente en los corazones de quienes tuvieron la bendición de conocerla. Su risa, su música y su cariño quedarán por siempre en la memoria de su familia.
Los servicios fúnebres se llevarán a cabo de la siguiente manera: La velación se realizará el miércoles 29 de octubre de 2025, de 4:00 p.m. a 9:00 p.m., con el Santo Rosario a las 7:00 p.m en Flores Funeral Home en Mission, Texas. La Misa Fúnebre será el jueves 30 de octubre de 2025, a las 10:00 a.m., en Our Lady of the Holy Rosary Catholic Church, en Mission, Texas. El entierro permanecerá en el Valley Memorial Gardens, en Mission, Texas.
Su amor fue el hilo que mantuvo unida a nuestra familia. Su risa, su voz y sus abrazos quedarán grabados en nuestros corazones. Hoy celebramos su vida, su legado, y la dicha de haberla tenido con nosotros por tantos años.