Tomas Sebastian Perez Lopez

Tomás Sebastián Pérez López, amado esposo, padre devoto y respetado miembro de la comunidad de la construcción, falleció en paz el 5 de noviembre de 2025 en Jurupa Valley, California, a los 40 años. Nacido el 29 de enero de 1985 en la vibrante Guatemala, Tomás irradió calidez y alegría a quienes lo rodeaban a lo largo de su vida.
Su vida lo llevó a Estados Unidos, donde conoció y se casó con el amor de su vida, Rose Marie Pérez. Juntos construyeron una vida llena de amor y alegría, criando a tres maravillosos hijos: Juan, Catarina y Josep. Su familia fue el pilar de su existencia, y les inculcó los valores de la bondad y la perseverancia.
Con un talento innato para el trabajo manual, Tomás forjó una exitosa carrera en la construcción. Sus colegas lo conocían como un hombre con quien siempre se podía contar para echar una mano o dedicar una palabra amable. Su dedicación al oficio era evidente en cada proyecto que emprendió, y sus contribuciones a las estructuras que ayudó a construir serán un testimonio de su habilidad y ética laboral.
Más allá de su vida profesional, Tomás era un hombre de muchas pasiones. Sentía un profundo amor por el color rojo, que para él simbolizaba la vitalidad y la energía con la que afrontaba cada día. La música era otra de sus grandes alegrías, y encontraba consuelo y felicidad en las canciones de Chalino Sánchez, Los Caminantes y El Tigrillo Palma. Sus melodías favoritas, como "Red, Red Wine" y "Angel", fueron la banda sonora de muchas reuniones familiares y seguirán resonando en el corazón de sus seres queridos. Apasionado del deporte, Tomás disfrutaba enormemente del fútbol y el baloncesto. A menudo compartía su amor por estos juegos con sus hijos, enseñándoles no solo las reglas, sino también la importancia del trabajo en equipo y la deportividad. Su presencia en la cancha durante los partidos era motivo de ánimo y orgullo.
Quienes conocieron a Tomás lo describirían como una persona muy práctica, siempre dispuesta a arreglar lo que estuviera roto o a crear lo que hiciera falta. Su bondad era infinita y su naturaleza cariñosa lo convertía en amigo de todos. Su ausencia se sentirá profundamente entre quienes tuvieron la fortuna de conocerlo. La vida de Tomás fue un ejemplo de amor y entrega, y su legado perdurará en los corazones de su familia, amigos y de todos aquellos que fueron tocados por su generosidad. Al despedirnos de Tomás Sebastián Pérez López, celebramos al hombre extraordinario que fue y la huella imborrable que ha dejado en este mundo. Que descanse en paz, sabiendo que su memoria será atesorada por siempre.
Tomas's life was a beacon of love and dedication, and his legacy will live on in the hearts of his family, friends, and all who were touched by his generous spirit. As we say farewell to Tomas Sebastian Perez Lopez, we celebrate the remarkable man he was and the indelible mark he has left on this world. May he rest in peace, knowing that his memory will be cherished forever. With an innate talent for manual labor, Tomás forged a successful career in construction. His colleagues knew him as a man who could always be counted on to lend a hand or offer a kind word. His dedication to his craft was evident in every project he undertook, and his contributions to the structures he helped build will stand as a testament to his skill and work ethic.
Beyond his professional life, Tomás was a man of many passions. He had a deep love for the color red, which for him symbolized the vitality and energy with which he faced each day. Music was another of his great joys, and he found solace and happiness in the songs of Chalino Sánchez, Los Caminantes, and El Tigrillo Palma. His favorite melodies, such as "Red, Red Wine" and "Angel," were the soundtrack to many family gatherings and will continue to resonate in the hearts of his loved ones. A passionate sports fan, Tomás greatly enjoyed soccer and basketball. She often shared her love of these games with her children, teaching them not only the rules but also the importance of teamwork and sportsmanship. Her presence on the court during matches was a source of encouragement and pride.
Those who knew Tomás would describe him as a very practical person, always ready to fix what was broken or create what was needed. His kindness was boundless, and his affectionate nature made him a friend to all. His absence will be deeply felt by those fortunate enough to have known him.
Tomás's life was an example of love and dedication, and his legacy will endure in the hearts of his family, friends, and all those touched by his generosity. As we say goodbye to Tomás Sebastián Pérez López, we celebrate the extraordinary man he was and the indelible mark he has left on this world. May he rest in peace, knowing that his memory will be treasured forever.