Abimael Ramirez Franco

Universidad de St. George - 8 de octubre de 1989 – 8 de noviembre de 2025

"Es difícil poner en palabras a alguien tan maravilloso como Abimael. Pero hoy quiero intentar compartir quién era, cómo vivió y cómo tocó nuestras vidas con su corazón lleno de amor y su fe inquebrantable."

Abimael fue un hombre que siempre destacó por su nobleza, su inteligencia y su corazón lleno de bondad. En cada paso que daba dejaba huellas de amor, humildad y servicio. Era de esas personas que no necesitaban decir mucho para demostrar quién era; su manera de vivir hablaba por él. Siempre dispuesto a ayudar, siempre atento, siempre con palabras de ánimo y una mano extendida para quien la necesitara.

En la familia lo veíamos como un verdadero ángel y una persona excepcional. Su presencia traía paz, su sonrisa daba fuerzas y su ejemplo nos enseñaba lo que significa ser una buena persona. Abimael era admirable en todos los sentidos: trabajador, respetuoso, amable, inteligente y de principios firmes, con una fe que se reflejaba en sus actos.

Su vida fue un regalo para todos nosotros. Hoy lo recordamos con gratitud, sabiendo que personas como él no pasan desapercibidas en este mundo; dejan luz, dejan amor, dejan enseñanza. Aunque nos duela su ausencia, celebramos la bendición de haberlo conocido y de haber sido parte de su vida.

"Abimael siempre dio el cien por ciento por los demás. Tenía las palabras correctas para motivar, para aconsejar y para levantar el ánimo de quienes lo rodeábamos. Su fe en Dios era firme, su corazón lleno de amor y su vida un ejemplo de bondad, empatía y sabiduría. Cada gesto y cada palabra de Abimael nos recordaba que existen seres de luz, enviados por Dios para enseñarnos y mostrarnos el camino del amor y la esperanza."

"Le encantaba cantarle a Dios y compartir la grandeza de sus maravillas. Su pasión por adorar y su alegría al hablar de la fe nos inspiraban a acercarnos más a Dios. Estar con él era aprender sobre amor, servicio y generosidad."

Le gustaba mucho comer pescado también. Le encantaba comer caldos de res y de gallina; el caldo de gallina era su plato favorito; su fruta favorita era la sandía.

A él le gustaba leer la Biblia, ir a la iglesia, ver películas por las noches.
Amaba mucho jugar con Keyser, nuestra mascota, pero él siempre lo llamó Quesito.

Le gustaba tomar fotografías a familia, amigos y compañeros de trabajo.

Le gustaba ser muy servicial; era una de sus mejores cualidades.

Le gustaba mucho aconsejar, en especial a sus dos hijos, y siempre les leía la Biblia cuando los aconsejaba.

Le gustaba hacerle muchas bromas a su esposa; él la amaba con locura, siempre la trató como una niña, amaba sus ojos color miel; siempre decía que su esposa tenía los ojos más bellos que él había visto.

Sus chistes: Cuando sus hijos iban a comer, les decía: "Aunque sea a la fuerza coman, no dejen la comida". Entre risas, claramente la comida ya no estaba; ellos ya habían terminado; todo era muy gracioso. Esa era su forma de hacernos reír.

Siempre le gustó vestirse formal, y sus playeras siempre le gustaban ajustadas. Su color favorito era el verde y en sus playeras le gusta mucho ese color.

Sus pasiones: Buscar de Dios y su familia.

Sus sueños: Darle una casa digna a su esposa e hijos.

Él era Técnico en Computación y Teólogo. El estudio fue algo que siempre le gustó y quería estudiar 2 profesiones más: INGENIERO EN SISTEMAS Y MÉDICO GENERAL.

Fuiste un buen hijo, un buen hermano, un buen padre, un buen tío, un buen esposo, un buen amigo; dejaste en nosotros un legado de amor, de ternura, de unión y de fe que perdurará por siempre en nuestros corazones hasta volver a encontrarnos.

Tu bondad, tu sabiduría y tu corazón lleno de amor nos enseñaron lo que significa vivir con entrega, generosidad y fe. Siempre estaremos agradecidos por cada momento, por tu cuidado y por todo lo que nos enseñaste. Gracias por todo lo que fuiste y por todo tu amor. Hasta pronto, Abimael, hasta que nos volvamos a encontrar; siempre vivirás en nuestros corazones y guiarás cada uno de nuestros pasos. Aunque nos duela y aunque no entendamos. Confiamos en que Dios es justo, confiamos en que Dios te tiene en sus brazos Y confiamos en que un día nos volveremos a ver.

El funeral se llevará a cabo el Lunes 17 de Noviembre de 2025 a la 1:00 p. m. en la capilla de la funeraria Metcalf Bonzo, ubicada en 288 W St. George Blvd., St. George, UT 84770.

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