Cielito Hernandez Berner

Cielito, whose name beautifully captured the vastness and beauty of the sky, was born in the small town of Fusagasugá, near Bogotá, Colombia. As the eldest of five siblings, she stood out from a young age with her adventurous spirit and determination. Throughout her life, she faced challenges with ingenuity and resilience, always finding ways to overcome obstacles.

One memorable story from her life recounts her journey along a dusty road in West Africa, where she ingeniously fashioned a mask from her undershirt to combat the harsh Saharan Desert conditions. Standing at just 4'10", Cielito's courage was boundless. While living in Africa, she fearlessly protected one of her children from a family of baboons, armed only with a stick, showcasing her instinctive and formidable protective nature.

Cielito's academic journey was marked by impressive achievements. She earned a Bachelor's degree in Psychology from the Universidad Pedagógica Nacional in Bogotá and a Master's in Psychology from Universidad Santo Tomas. Her academic pinnacle was completing a Ph.D. at the University of Ibadan in Nigeria. Her dissertation, written in both English and Yoruba, explored the DSM-V's applications within Yoruba communities, a remarkable feat for a native Spanish speaker.

Cielito brought light and inspiration wherever she went. As a psychologist, she was a compassionate advocate for her clients, pioneering innovative methods to support those in her care. Her devotion to helping others matched the vastness of the sky her name symbolizes. Beyond her professional accomplishments, Cielito was a cherished sister, mother, grandmother, great-grandmother, partner, and friend.

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Family

Cielito leaves behind a legacy of love and connection through her family. She is survived by her daughters Diana Trimino, Claudia Pepper, sons Felipe Trimino, Alden Berner and Louis Berner. Her family includes her sons-in-law David Pepper and Connor Grady, and her daughter-in-law Jennifer Griffis.

Her beloved grandchildren include Alexander Copeland, Braluhn Watson, Elise Trimino, Nichole Copeland, Reese Pepper, Bryce Pepper, Matthew Ramirez, Rosie Trimino, and Lucy Trimino. She was also a proud great-grandmother to Noah Jackson, Alexander Cole Copeland, Alijah Copeland, and Niko Copeland. Cielito was preceded in death by her beloved father Guillermo Hernandez. She is survived by her mother Marina Espinosa, and her siblings Guillermo, Piedad, Mauricio and Ricardo; who along with their living partners were her forever best friends.

Cielito shared countless adventures with her life partner, Dana Berner, traveling, fishing, and embracing the joys of life together. Over the years, she visited and lived in more than 20 countries, forming bonds with people wherever she went. Her zest for life was reflected in her passions-spending time with her loved ones, fishing, kayaking, swimming, dancing to Cajun music, doing Zumba, and indulging in the art of thrift shopping.

Cielito was truly one of a kind, celebrated for her sense of humor, brilliance in intellect and the radiant warmth of her spirit. Her children often likened her to a bird, gracefully soaring from place to place, embracing the freedom of the winds.

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Farewell

Dearest Cielito, beloved mother, sister, partner and extraordinary soul, may your wings carry you to the heights of your next journey. May they grant you the freedom and strength to soar as high as the skies you loved so dearly. We love you with all our hearts and will forever cherish the light you brought into our lives.



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Cielito, cuyo nombre capturaba maravillosamente la inmensidad y la belleza del cielo, nació en el pequeño pueblo de Fusagasugá, cerca de Bogotá, Colombia. Como la mayor de cinco hermanos, destacó desde pequeña por su espíritu aventurero y determinación. A lo largo de su vida, enfrentó desafíos con ingenio y resiliencia, siempre encontrando formas de superar los obstáculos.

Una historia memorable de su vida relata su viaje por una carretera polvorienta en África occidental, donde inventó ingeniosamente una máscara con su camiseta para combatir las duras condiciones del desierto del Sahara. Apenas midiendo 4 pies con 10 pulgadas, la valentía de Cielito no tenía límites. Mientras vivía en África, protegió valientemente a uno de sus hijos de una familia de babuinos, armada únicamente con un palo, mostrando su naturaleza protectora instintiva y formidable.

La trayectoria académica de Cielito estuvo marcada por logros impresionantes. Obtuvo una Licenciatura en Psicología de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá y una Maestría en Psicología de la Universidad Santo Tomás. Su pináculo académico fue completar un doctorado. en la Universidad de Ibadán en Nigeria. Su disertación, escrita tanto en inglés como en yoruba, exploró las aplicaciones del DSM-V dentro de las comunidades yoruba, una hazaña notable para un hablante nativo de español.

Cielito traía luz e inspiración dondequiera que iba. Como psicóloga, fue una defensora compasiva de sus clientes y fue pionera en métodos innovadores para apoyar a quienes estaban bajo su cuidado. Su devoción por ayudar a los demás coincidía con la inmensidad del cielo que simboliza su nombre. Más allá de sus logros profesionales, Cielito fue una querida hermana, madre, abuela, bisabuela, socia y amiga.

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Familia

Cielito deja un legado de amor y conexión a través de su familia. Le sobreviven sus hijas Diana Trimino, Claudia Pepper, y sus hijos Felipe Trimino, Alden Berner y Louis Berner. Su familia incluye a sus yernos David Pepper y Connor Grady, y a su nuera Jennifer Griffis.

Sus queridos nietos incluyen a Alexander Copeland, Braluhn Watson, Elise Trimino, Nichole Copeland, Reese Pepper, Bryce Pepper, Matthew Ramirez, Rosie Trimino y Lucy Trimino. También fue una orgullosa bisabuela de Noah Jackson, Alexander Cole Copeland, Alijah Copeland y Niko Copeland. A Cielito le precedió en la muerte su amado padre Guillermo Hernández. Le sobreviven su madre Marina Espinosa y sus hermanos Guillermo, Piedad, Mauricio y Ricardo; quienes junto con sus compañeros de vida fueron sus mejores amigos para siempre.

Cielito compartió innumerables aventuras con su compañero de vida, Dana Berner, viajando, pescando y disfrutando de las alegrías de la vida juntos. A lo largo de los años, visitó y vivió en más de 20 países, formando vínculos con personas donde quiera que fuera. Su entusiasmo por la vida se reflejaba en sus pasiones: pasar tiempo con sus seres queridos, pescar, hacer kayak, nadar, bailar música cajún, hacer zumba y disfrutar del arte de las compras de segunda mano.

Cielito era verdaderamente única, famosa por su sentido del humor, su brillantez intelectual y la radiante calidez de su espíritu. Sus hijos a menudo la comparaban con un pájarito, volando con gracia de un lugar a otro, abrazando la libertad de los vientos.

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Despedida

Queridísima Cielito, amada madre, hermana, compañera y alma extraordinaria, que tus alas te lleven a las alturas de tu próximo viaje. Que te concedan la libertad y la fuerza para volar tan alto como los cielos que tanto amabas. Te amamos con todo nuestro corazón y siempre apreciaremos la luz que trajiste a nuestras vidas.

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In leu of flowers, please consider donating to the Cielito Berner Scholarship Fund. For more information email dianatrimino@jbgoodwin.com or filschoppin@gmail.com.

En leu de flores por favor considere donar al Fondo de Becas Cielito H. Berner. Para obtener más información, envíe un correo electrónico a dianatrimino@jbgoodwin.com o filschoppin@gmail.com.