Araceli Casas Ruiz

Hoy el cielo está de fiesta y nuestros corazones de luto, nuestro más bello y preciado ángel a partido, abriendo así sus alas en su máximo esplendor para volar alto en compañía de Dios y la Virgen.

Ari Casas Ruiz, como te gustaba que te dijeran, queremos agradecerte por ser aquella hija, hermana, tía y cuñada que nos regalaba , risas, besos, abrazos y mil cartas, aquella que con su corazón inmenso, noble y su sonrisa sincera, llenó cada rincón de nuestra vida con alegría y canto.

Naciste con un alma especial, y eso te hizo única, brillante, inolvidable e inigualable.

Tu manera de amar, sin condiciones ni reservas, nos enseñó que es el amor verdadero.

Fuiste y siempre serás una guerrera incansable, que luchó hasta más no poder,

con una fuerza que a veces parecía imposible en un cuerpo tan frágil, pero tan lleno de vida

Y aún más grande en espíritu.

Cheli gracias por haber sido el Ángel de esta Familia, la luz de la familia Casas Ruíz y de todas las personas que a través del tiempo fueron siendo parte de esta familia. Y un que hoy embarga un sentimiento de dolor y tristeza por tu partida estamos agradecidos porque ya te encuentras en un lugar de Paz y Tranquilidad tu familia No te dece adiós sino un hasta pronto y donde quiera que estés cuida de tus papás, hermanos, sobrinos y todas las personas que te amamos y siempre te llevarán en el alma y corazón.

Amada Araceli gracias por regalarnos tu alegría y contagiarnos con tus sonrisas , por enseñarnos a ser mejores,

y por demostrar que la vida cuando se vive con amor, es siempre un milagro.

Vuela alto, vuela mi niña, e ilumina el cielo como solo tú sabes.

Te amaremos por siempre.