Baldemar Gallegos Estrada

Baldemar Estrada, age 52, entered into eternal rest on September 30, 2025. He was born on February 17, 1973, in La Paz, Gran Morelos, Mexico to Jose Angel Estrada and the late Maria Guillermina Estrada.

Though most knew him as Baldemar, to his mom and cousins he was simply “Baly” a nickname that now brings comfort and sweet remembrance.

Baldemar had a love for the outdoors, especially fishing, and enjoyed fixing and working on boats. These were moments where he found peace and purpose. Always known for telling jokes, he brought laughter to those around him. He was always willing to help others; every time his dad needed something done around the house, he was there to do it. He especially loved eating his mom’s food, his favorite was her fried catfish.

He cherished his family and was the eldest of eight siblings. He loved sharing his passions with his son, Daniel by taking him fishing. He would often clean the fish himself so his mother could cook them for him, creating special memories they both treasured. He also enjoyed drawing and often shared his artwork with his granddaughters, sending them special pieces he had created for their birthdays.

Rooted in the Catholic faith, he carried with him a hope in God’s mercy and everlasting love.

He is preceded in death by his mother, Maria Guillermina Estrada, and his sister, Velma Isabel Estrada.

He will be remembered by his children, Gabriella Sutton and husband Austin of Arkansas, and Daniel Estrada from Texas; his two granddaughters, Blakely and Penelope Sutton; his father, Jose Angel Estrada Sr.; and siblings, Jose Angel Estrada II and Laura A. Estrada; Mario Estrada; Banessa Estrada and husband Henry; Ximena Robledo and husband Alvaro; Gina Medina and husband Raul; Everardo Estrada; and Carolyn Carter.

He will also be lovingly remembered by his nieces and nephews along with many great-nieces and nephews.

“Eternal rest grant unto him, O Lord, and let perpetual light shine upon him. May he rest in peace.”

                                                                           

Baldemar Estrada, de 52 años, partió a su descanso eterno el 30 de septiembre de 2025. Nació el 17 de febrero de 1973 en La Paz, Gran Morelos, México, hijo de José Ángel Estrada y de la difunta María Guillermina Estrada.

Aunque la mayoría lo conocía como Baldemar, para su mamá y sus primos siempre fue simplemente “Baly”, un nombre que hoy trae consuelo y dulces recuerdos.

Baldemar sentía un profundo amor por la naturaleza, especialmente por la pesca. Disfrutaba pasar su tiempo libre reparando y trabajando en lanchas, actividades que le traía paz y propósito. Conocido por su gran sentido del humor, siempre tenía un chiste o una palabra amable para sacarle una sonrisa a quienes lo rodeaban. Era una persona generosa y dispuesto a ayudar; cada vez que su padre necesitaba algo en casa, él no dudaba en hacerlo. Le encantaba la comida de su mamá, su platillo favorito era el pescado frito.

Siendo el hermano mayor de ocho, Baldemar valoraba profundamente a su familia. Le encantaba compartir sus pasatiempos con su hijo Daniel, especialmente al llevarlo a pescar. El limpiaba y preparaba los pescados para que su madre los cocinara, creando recuerdos inolvidables. También disfrutaba dibujar dibujos para sus nietas en sus cumpleaños, llenas de cariño y detalle.

Baldemar vivió confiando en la misericordia y el amor eterno de Dios.

El fue precedido en la muerte por su madre, María Guillermina Estrada, y su hermana, Velma Isabel Estrada.

Su legado y memoria vivirán en sus hijos: Gabriella y esposo Austin Sutton de Arkansas, y Daniel Estrada de Texas; en sus nietas, Blakely y Penelope Sutton; en su padre, José Ángel Estrada Sr.; y en sus hermanos: José Ángel Estrada II y Laura Adriana Estrada; Mario Estrada; Banessa Estrada y su esposo Henry; Ximena Robledo y su esposo Alvaro; Gina Medina y su esposo Raul; y Everardo Estrada y Carolyn Carter.

También será recordado con amor por sus sobrinos y sobrinas.

“Concédele, Señor, el descanso eterno, y brille para él la luz perpetua. Que descanse en paz.”