Mrs. Gladys Topp

She is forever our saint and hero as she never gave up and fought the disease head on. Her will and desire to live is to be admired by all. Gladys Topp passed away August 16, 2009 after a long battle with breast cancer. She was born on December 8, 1950 in Pericos, Sinaloa, Mexico to Rita Cazares. Gladys was a loving mother who adored her children and loving husband, who stood by her side throughout her illness. Everyone was touched by her beauty, love, charm, and quick witted humor. She was a mother figure to all and her influence on people is forever remembered. She dedicated her time to helping people from the Hispanic community through the Migrant Education Program at Long Beach Unified School District to which she was devoted and received numerous national accolades. Gladys grew up in a small town in Mexico, and despite her hardships, she took care of her five siblings and mother in addition to pursuing her goals and dreams. These hardships never caused her to lose sight of her aspirations. She taught her children to be independent and goal oriented and that anything is possible. Her love for her husband endured till the end. They were united in their love and commitment to one another. She left this world knowing that she realized her greatest achievement through the success of her children. Time spent with her was filled with color, love, joy, and tears of laughter from her one- line jokes. She leaves behind her loving and devoted husband, John; her son and daughter who adore her, Sean and Monique; her future granddaughter Makenna; and her five brothers and sisters, Gilberto, Armida, Lucy, Alvaro, and Alma. Para siempre es nuestra santa y nuestra héroe. Nunca se rindió y luchó con su enfermedad de frente. Su voluntad y deseo de vivir deben ser admirados por todos. Gladys Topp murió el 16 de agosto de 2009 después de una larga batalla con el cáncer de pecho. Nació de su madre, Rita Cazares, el 8 de diciembre de 1950 en Pericos, en el estado mexicano de Sinaloa. Gladys fue una gran madre que adoraba a sus hijos y al esposo que la amaba, quien estuvo con ella durante toda su enfermedad. Todos fuimos partícipes de su belleza, amor, encanto y de su finísimo humor. Era una figura materna para todos y su influencia en las personas será para siempre recordada. Dedicó su tiempo a ayudar a la gente de la comunidad hispana a través del programa educativo para immigrantes en el distrito escolar de Long Beach, causa a la que se entregó y por la que recibió numerosos reconocimientos a nivel nacional. Gladys creció en una pequeña ciudad de Mexico, y a pesar de las dificultades, cuidó de sus cinco hermanos y de su madre además de seguir adelante con sus sueños y aspiraciones. Esas dificultades nunca le hicieren perder de vista sus aspiraciones. Les enseñó a sus hijos a ser independientes y a tener una visión clara de lo que quieren, y que todo es posible. Su amor a su esposo se mantuvo hasta el final. Los dos estuvieron unidos en su amor y compromiso mutuo. Se fue de este mundo sabiendo que consiguió sus mayores éxitos a través de los éxitos de sus hijos. El tiempo con ella estuvo siempre lleno de color, amor, felicidad y risas tan fuertes que te hacían llorar cuando escuchabas sus chistes. Aquí le quedan su devoto esposo, John; su hijo y su hija que la adoran, Sean y Monique; la nieta que viene, Makenna, y sus cinco hermanos y hermanas, Gilberto, Armida, Lucy, Alvaro y Alma.