Edwin Rene Beltran Rodriguez

Buenas noches, nos dirigimos a ustedes con un sentido recuerdo de una vida vivida con alegría y propósito. Edwin Rene Beltrán, conocido cariñosamente como Edwin por sus seres queridos, nos dejó en una serena mañana de Austin, Texas. Nacido el 20 de abril de 2002 en la vibrante ciudad de San Marcos, la trayectoria de Edwin estuvo marcada por la risa, el amor y un compromiso inquebrantable con sus sueños.
Edwin era el querido hijo de Oscar y Daysi, y un hermano amado de Jasmin y Viviana. Su familia era la piedra angular de su vida, y él era la luz en la de ellos. Los estudios académicos de Edwin lo llevaron a la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA), donde estaba a punto de completar su título de ingeniería. Su pasión por el conocimiento solo era igualada por su dedicación a aplicarlo, como se vio a través de su trabajo junto a su padre, a quien amaba mucho.
Más allá de las aulas y el trabajo, los intereses de Edwin pintaron la imagen de un joven que abrazaba los placeres simples de la vida. Un ferviente fanático del fútbol, encontraba alegría tanto en jugar el juego como en viajar. El amor de Edwin por viajar hablaba de su espíritu aventurero, siempre en busca de nuevos horizontes y experiencias. Sus amigos y familiares recordarán con cariño las incontables horas que pasaron en su compañía, compartiendo historias y creando recuerdos.
Los colegas y compañeros de clase conocían a Edwin como el individuo divertido, cariñoso y atento que podía iluminar una habitación con su calidez y buen corazón. Su presencia era una fuente de consuelo y risas, y de paz y seguridad de que cuando estaba cerca, sabías que estarías a salvo. Su ausencia será sentida profundamente por todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo.
Al despedirnos de Edwin René Beltrán, celebramos la vitalidad con la que vivió sus 22 años. Aunque su tiempo con nosotros fue más corto de lo que esperábamos, el impacto de su vida resonará en los años venideros. Edwin, puede que hayas dejado este mundo, pero nunca abandonarás los corazones de quienes te amaban.
Extendemos nuestras más profundas condolencias a la familia y amigos de Edwin durante este momento de pérdida. Espero que encuentres consuelo en los recuerdos que compartiste y en la certeza de que el espíritu de Edwin seguirá inspirándonos a todos. Buenas noches, Edwin, y gracias por las risas, el amor y las lecciones que has dejado atrás.
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English
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Good evening, we come to you with a heartfelt remembrance of a life lived with joy and purpose. Edwin Rene Beltran, affectionately known as Edwin by his loved ones, left us on a serene Austin, Texas, morning. Born on April 20, 2002, in the vibrant city of San Marcos, Edwin's journey was one marked by laughter, love, and an unwavering commitment to his dreams.
Edwin was the cherished son of Oscar and Daysi, and a beloved brother to Jasmin and Viviana. His family was the cornerstone of his life, and he was the light in theirs. Edwin's academic pursuits led him to the University of Texas at San Antonio (UTSA), where he was on the cusp of completing his engineering degree. His passion for knowledge was only matched by his dedication to applying it, as seen through his work alongside his father, who he loved very much.
Beyond the classroom and work, Edwin's interests painted the picture of a young man who embraced life's simple pleasures. A fervent soccer fan, he found joy both in playing the game. Edwin's love for travel spoke to his adventurous spirit, always seeking new horizons and experiences. His friends and family will fondly remember the countless hours spent in his company, sharing stories and creating memories.
Colleagues and classmates knew Edwin as the funny, loving, and thoughtful individual who could light up a room with his warmth and good heart. His presence was a source of comfort and laughter, and peace and security that when he was around,you knew you would be safe. His absence will be deeply felt by all who had the privilege of knowing him.
As we say goodbye to Edwin Rene Beltran, we celebrate the vibrancy with which he lived his 22 years. Though his time with us was shorter than we had hoped, the impact of his life will
resonate for years to come. Edwin, you may have left this world, but you will never leave the hearts of those who loved you.
We extend our deepest sympathies to Edwin's family and friends during this time of loss. May you find comfort in the memories you shared and the knowledge that Edwin's spirit will continue to inspire us all. Goodnight, Edwin, and thank you for the laughter, the love, and the lessons you've left behind.