Rodrigo Ponce Avila

Rodrigo nació el 22 de enero de 1962 en Calvillo, Aguascalientes, México, hijo de Albino Ponce Perezchica y Ma. Socorro Avila Garcia. A temprana edad, emigró a los Estados Unidos en busca de un mejor futuro, llevando consigo los valores de trabajo duro, perseverancia y amor por la familia que lo caracterizarían toda su vida.
Con determinación y visión, Rodrigo fundó Ponce Irrigation, un negocio que construyó con sus propias manos y que se convirtió en testimonio de su espíritu emprendedor y dedicación. Pero más allá de sus logros profesionales, Rodrigo será recordado por su corazón generoso y su disposición constante para ayudar a quienes lo necesitaban.
Su rancho en Lindsay, Oklahoma, era su refugio y su alegría. Allí celebraba cada momento importante con su familia, compartiendo charras e historias de vida. Le encantaba reunir a sus seres queridos en el rancho, donde dedicaba tiempo y amor.
Durante 20 años, Rodrigo enfrentó desafíos de salud con valentía y fortaleza, superando todas las expectativas y demostrando una fuerza de voluntad inquebrantable. Su espíritu luchador y su actitud positiva fueron inspiración para todos los que lo conocieron.
Rodrigo sentía un orgullo inmenso por sus nietos, quienes iluminaban sus días y le daban inmensa felicidad.
Le sobreviven para honrar su memoria: su amada esposa que lo acompañó y cuidó durante 46 años, Maria Elena Sariñana Miranda; sus hijos, Rodrigo Ponce, Mayra Ponce y Yomara Ponce; y Ana Deisy Escalera, a quien quiso como una hija.
Sus queridos nietos: Heidy Paola Contreras Ponce, Matthew Ponce González, Ashley Guadalupe Contreras Ponce, Samantha Ponce González, Stephanie Delgado Ponce, Katherine Contreras Ponce, Tannya Delgado Ponce, Diego Angel Ponce, Isabella Ponce González y Santiago Alonso Ramírez Ponce.
También le sobreviven sus hermanos y hermana, así como numerosos familiares y amigos que lo apreciaban profundamente.
Le precedieron en la muerte sus padres, Albino Ponce Perezchica y Ma. Socorro Avila Garcia.
La familia agradece profundamente el amor, las oraciones y el apoyo recibido durante este difícil momento.
Rodrigo vivirá por siempre en nuestros corazones. Su legado de amor, trabajo duro, generosidad y dedicación a la familia continuará inspirándonos cada día.