Obituary published on Legacy.com by La Paloma Funeral Services East - Las Vegas on Oct. 1, 2024.
José Torres – 04/15/1943-09/24/2024 English Obituary In loving memory of José Torres, affectionately known as Pepe, Don José, and Pistolas, who peacefully passed away on September 24, 2024, at age 81. He was born in 1943 to M. Cresencia Duran Carranza and Anastacio Torres Herrera in the small hillside village of Piedras de Amolar, Acámbaro, Guanajuato, Mexico, and most recently resided in Boulder City, Nevada, USA. We will long remember his free and endearing spirit and will carry him in our hearts forever. As his parents' last born, José grew up among his cousins-many were older than him. It helped him develop a tough-as-nails character. At age 18, he married his first wife, Felisa Landeros Rodriguez, and together they brought nine children to this world. After the birth of his first child, José embarked on a journey to the United States as a guest worker through the Bracero Program, where he dedicated himself to various fields and crops. His work ethic earned him the respect of his employers, who welcomed him back even after the program ended. Due to his extended absences for trips to the U.S., some of his children fondly recall meeting him for the first time. José was strong-willed and, at times, shouty, scolding, bossy, and demanding. While his manner of expressing love may not have been the best, his children loved him unconditionally. They were continuously proud of him for triumphing over numerous struggles throughout his life. José would often traverse the border in search of better employment opportunities, ultimately settling in
Las Vegas, Nevada, during the mid-1990s. There, he worked at a local casino for nearly fifteen years-where he met and then married his second wife, Elena Ortiz, on October 31, 2010. José quickly became a beloved part of Elena's family. He was a supportive stepfather and a loving, cheerful, and caring grandfather. José always found ways to spoil grandkids with thoughtful gestures. His generosity, warmth, and affection made him a cherished family member. He was always a generous man who helped countless people in their time of need. José found joy in the simple pleasures of life, most notably roaming his cherished land parcels in his birthplace of Piedras. It was his refuge and favorite place throughout his life. Although he spent many years away, he always longed to return to his beloved Piedras. José cherished his mare, Turquesa, who was more than just a pet-she represented his deep love for the land and the life he embraced. An interesting fact about José was his aversion to his middle name, which will remain anonymous, which he notably chose to remove legally. He loved to tell stories and recount his childhood, often reminding us that he could remember events from when he was just four. The length of our lives is not as important as the quality of our lives, and José truly lived a good life because he chose to do so. José enjoyed seafood and food in general, often savoring his favorite dishes while listening to the vibrant sounds of his beloved music. He was a fan of artists such as Los Tigres del Norte, Los Huracanes del Norte, Lalo Mora, and Antonio Aguilar, among others, whose melodies accompanied him throughout his life. José was also an expert at giving nicknames to his family and friends, and recipients will long remember him. José Torres will be sorely missed by all who knew him, and as he used to say, "What a beautiful life for it to end." José was preceded in death by his first wife, Felisa; both of his parents; nine siblings; his son, Octavio; and two grandchildren. He is survived by his wife, Elena, and eight of his children-Reynaldo Torres, Irma (Benigno) Mandujano, Felicitas (Joel) Rojas, Maria Del Refugio (Miguel) Guerrero, Angelina (Daniel) Gonzalez, José (Celia) Torres, Rubén (Bibiana) Torres, and Josie (Shane) Hoffos, as well as four stepchildren-Elsa (Alvaro) Herrera, Sonia Paredes, Vilma (Ernesto) Bedoy, and Mirna (Melvin) Vázquez. He leaves behind a legacy of over 40 grandchildren, nearly 40 great-grandchildren, and one great-great-grandchild, all of whom he adored and cherished deeply.
José Torres – 04/15/1943-09/24/2024 Spanish Obituary En tierna memoria de José Torres, afectuosamente conocido como Pepe, Don José y Pistolas, quien falleció en paz el 24 de septiembre del 2024, a la edad de 81 años. Él nació en 1943, hijo de M. Cresencia Durán Carranza y Anastacio Torres Herrera, en la aldea y pequeña comunidad de Piedras de Amolar, Acámbaro, Guanajuato, México, y recientemente residió en Boulder City, Nevada, Estados Unidos. Recordaremos largamente su espíritu libre y entrañable y lo llevaremos siempre en nuestros corazones. Al ser el último hijo de sus padres, José creció entre primos-muchos de ellos mayores que él. Eso lo ayudó a desarrollar un carácter duro como el hierro. A los 18 años se casó con su primera esposa, Felisa Landeros Rodríguez, y juntos trajeron nueve hijos a este mundo. Después de nacer su primer hijo, José emprendió viaje a EE.UU. como trabajador temporal a través del Programa Bracero, donde laboro en diversos campos y cultivos. Su ética laboral ganó el respeto de sus empleadores, cuales lo recibían incluso después de que finalizara el programa. Debido a sus prolongadas ausencias por viajes a EE.UU., algunos de sus hijos recuerdan con cariño cuando lo conocieron por primera vez. José fue de carácter fuerte y, en ciertas ocasiones, gritón, regañón, mandón y exigente. Aunque su forma de expresar su amor no fue la más adecuada, sus hijos lo quisieron incondicionalmente. Siempre estuvieron orgullosos de él por haber superado numerosas dificultades a lo largo de su vida. José cruzaba a menudo la frontera en busca de mejores oportunidades de empleo y acabó por instalarse en
Las Vegas, Nevada, a mediados de la década de 1990. Allí trabajó en un casino local durante casi quince años-donde conoció a su segunda esposa, Elena Ortiz, con quien se casó el 31 de octubre del 2010. José se convirtió rápidamente en un miembro muy querido de la familia de Elena. Fue un padrastro que brindó su apoyo y un abuelo cariñoso, alegre y atento. José siempre encontraba la manera de consentir a los nietos con pequeños detalles. Su generosidad, calidez y afecto hicieron de él un miembro muy estimado de la familia. José siempre fue un hombre generoso que ayudó a innumerables personas en sus momentos de necesidad. José encontraba alegría en los placeres sencillos de la vida, sobre todo recorriendo sus entrañables tierras en Piedras, su lugar de nacimiento. Fue su refugio y su lugar favorito a lo largo de su vida. Aunque pasó muchos años fuera, siempre anheló volver a su querido Piedras. José adoraba a su yegua Turquesa, cuál era más que una mascota-ella representaba su profundo amor por su rancho y la vida que él elegía vivir. Un dato interesante sobre José fue su aversión a su segundo nombre, que permanecerá anónimo, el cual decidió quitarse legalmente. Le encantaba contar historias y relatar su infancia, y seguido nos recordaba que él podía acordarse de eventos de cuando apenas tenía cuatro años. La longitud de nuestras vidas no es tan importante como la calidad de las mismas, y José vivió realmente una buena vida porque así lo eligió. A José le encantaban los mariscos y la comida en general, y a menudo disfrutaba de sus platillos favoritos mientras escuchaba los vibrantes sonidos de su estimada música. Era seguidor de artistas como Los Tigres del Norte, Los Huracanes del Norte, Lalo Mora y Antonio Aguilar, entre otros, cuyas canciones lo acompañaron durante gran parte de su vida. José también era experto en poner apodos a sus familiares y amigos, y quienes los recibieron lo recordarán por mucho tiempo. Todos aquellos que lo conocimos extrañaremos mucho a José Torres ya que el solía decir, "que vida tan bonita para que se acabe". José fue precedido en la muerte por su primera esposa, Felisa; ambos de sus padres; nueve hermanos; su hijo, Octavio; y dos nietos. Lo sobreviven su esposa, Elena, y ocho de sus hijos-Reynaldo Torres, Irma (Benigno) Mandujano, Felicitas (Joel) Rojas, María Del Refugio (Miguel) Guerrero, Angelina (Daniel) Gonzalez, José (Celia) Torres, Rubén (Bibiana) Torres, y Josie (Shane) Hoffos, así como cuatro hijastras- Elsa (Álvaro) Herrera, Sonia Paredes, Vilma (Ernesto) Bedoy, y Mirna (Melvin) Vázquez. Deja un legado de más de 40 nietos, casi 40 bisnietos y un tataranieto, a quienes adoraba y apreciaba profundamente.