Kenneth Alexander Rodriguez

En memoria de Kenneth Alexander Verschuren Rodríguez. Con profundo dolor en nuestros corazones nos despedimos de Kenneth, un hombre único y muy especial, cuyo ejemplo siempre inspiró admiración y pasión en todos aquellos que tuvieron la dicha de conocerlo. Nacido el 10 de septiembre de 1968 en Caracas, Venezuela, Kenneth llevó siempre en su corazón un pedacito de su tierra natal, junto con un hondo sentimiento de orgullo y pertenencia. Con su resiliencia y su visión positiva de la vida, supo iluminar a quienes lo rodeaban. Kenneth fue un hombre lleno de bondad, paciencia, amor, perseverancia, fortaleza y calidez. Responsable y trabajador, mostró siempre una voluntad admirable y un espíritu generoso, dispuesto a tender la mano a los demás. Se distinguió en cada detalle: en su mirada, su sonrisa y su voz , en su estilo personal y original, pero sobre todo en su carácter alegre, optimista y profundamente compasivo. Su amor apasionado por la vida era contagioso, iluminando cualquier espacio donde estuviera presente A lo largo de su camino acumuló innumerables experiencias y anécdotas que compartía con entusiasmo. Sus palabras, siempre sabias y oportunas, fueron valiosas y apreciadas. Con un sentido del humor muy especial, lograba despertar sonrisas y carcajadas, regalando alegría a todos los que lo escuchaban. Entre sus logros se cuentan muchos de los que sentirse orgulloso: fue un excelente estudiante, ganador de ferias científicas, medallas y premios en competencias, hasta alcanzar con méritos el título de Ingeniero Electrónico. Sin embargo, el triunfo más grande, y el que más llenó su corazón de felicidad, fue haber formado su propia familia. Para él, su familia fue siempre lo más importante. Fue un esposo y padre amoroso, dedicado, protector y comprometido, que brindó estabilidad, ternura y apoyo incondicional a su esposa e hijos, colmando sus vidas de seguridad y alegría. Kenneth dejó huella en la vida de muchos gracias a su apoyo sincero y espíritu de servicio. Fue un amigo entrañable y, sin duda, un hombre ejemplar. Kenneth será profundamente extrañado y recordado con amor por su esposa, Clara Jaimes; sus hijos, Emily, Eimy y Evans; su madre, Mirtha Rodríguez; su hermano, Gerard Verschuren; y su hermana, Shirley Verschuren. También deja a sus tíos y tías; su suegra; cuñados y cuñadas; sobrinos, primos y muchos amigos que lo quisieron inmensamente. Su legado de amor y generosidad permanecerá como una llama viva que seguirá inspirándonos y acompañándonos por siempre. Ahora es nuestro ángel guardián de alas doradas, que nos cuidará y protegerá desde el cielo. Vuela alto y descansa en paz, Kenneth. English version In Loving Memory of Kenneth Alexander Verschuren Rodríguez With profound sorrow in our hearts, we say farewell to Kenneth, a unique and truly special man, whose example always inspired admiration and passion in all who were fortunate enough to know him. Born on September 10, 1968, in Caracas, Venezuela, Kenneth carried in his heart a piece of his homeland, along with a deep sense of pride and belonging. Through his resilience and his positive outlook on life, he illuminated the lives of those around him. Kenneth was a man filled with kindness, patience, love, perseverance, strength, and warmth. Responsible and hardworking, he always showed an admirable will and a generous spirit, ever ready to extend a helping hand to others. He stood out in every detail: in his gaze, his smile, and his unique voice; in his personal and original style; but above all, in his joyful, optimistic, and deeply compassionate character. His passionate love for life was contagious, brightening every place he entered. Throughout his journey, Kenneth gathered countless experiences and stories that he eagerly shared. His words, always wise and timely, were valued and cherished. With a very special sense of humor, he could spark smiles and laughter, bringing joy to all who listened to him. Among his many achievements, Kenneth excelled as an outstanding student, winner of science fairs, medals, and awards in competitions, and ultimately graduated with honors as an Electronic Engineer. Yet his greatest and most cherished accomplishment-the one that filled his heart with true happiness-was building his own family. For Kenneth, his family was always the most important. He was a loving husband and father-devoted, protective, and committed-who gave stability, tenderness, and unconditional support to his wife and children, filling their lives with joy and security. Kenneth touched the lives of many with his sincere support and generous spirit of service. He was a loyal friend and, without a doubt, an exemplary man. He will be deeply missed and lovingly remembered by his wife, Clara Jaimes; his children, Emily, Eimy, and Evans; his mother, Mirtha Rodríguez; his brother, Gerard Verschuren; and his sister, Shirley Verschuren. He also leaves behind his aunts and uncles, his mother-in-law, brothers- and sisters-in-law, nieces, nephews, cousins, and many dear friends who loved him deeply. His legacy of love and generosity will remain as a living flame, continuing to inspire and guide us forever. Now, he is our guardian angel with golden wings, who will watch over and protect us from heaven. Fly high and rest in peace, Kenneth.