Felix Ramirez Gonzalez

Felix Ramirez Gonzalez
February 20, 1934 - March 17, 2025
Felix Ramirez Gonzalez, aged 91, peacefully passed away on March 17, 2025, at his home, surrounded by the love of his family. Born on February 20, 1934, in Distrito Federal, Mexico, Felix lived a life filled with hard work, determination, love, and devotion to both his family and his community. His remarkable journey from humble beginnings to becoming a pillar of his family and a respected figure in San Antonio is a testament to his resilience, character, and the values he held Dearly.
Felix met the love of his life, Josefina, in Monterrey, Nuevo León, Mexico. The two were married in 1956, embarking on a beautiful journey of love, faith, and partnership. Together, they built a family that grew to include six children, eleven grandchildren, and thirteen great-grandchildren, all of whom carry forward his legacy. Felix and Josefina's enduring love was a model of devotion, and they shared a profound bond for 69 years.
Felix's journey to the United States in pursuit of a better life for his family was not an easy one, but it was one he faced with unwavering strength and determination. As the first in his generation to immigrate to San Antonio, Felix faced numerous challenges-particularly in learning English-but through his hard work and perseverance, he prevailed over these obstacles and became a proud U.S. citizen in 1977. His story of self-learning and adaptation is a powerful reminder of the strength of the human spirit and the ability to bridge cultural and linguistic gaps through dedication.
Felix's contributions to his adopted community were profound. As a skilled welder by trade, he played an integral role in the creation of significant local landmarks, including his work on the Veterans' Monument at Kelly Air Force Base, where his craftsmanship can still be seen in the stainless steel flag that proudly waves, representing his dedication to both his country and the values it stands for. Felix also lent his expertise to the Hemisphere Tower, assisting in the assembly of its roof, a landmark that remains a symbol of San Antonio's growth and history.
A devout Catholic, Felix was a devoted member of the Basilica of the National Shrine of the Little Flower for many years. He served as an usher for over 40 years, faithfully carrying out his duties and exemplifying the values of faith, service, and community that were at the core of his beliefs. His deep devotion to God and his church community was a cornerstone of his life, and he will be remembered as a man whose faith never wavered.
Beyond his work and faith, Felix had a love for learning and an adventurous spirit. He was always eager to explore new ideas and experiences, and his sense of humor and zest for life were infectious. He had an unparalleled ability to make those around him feel valued and cherished, leaving behind countless memories of laughter, love, and shared experiences.
Felix was preceded in death by his parents, Maria Ramirez and Bartolo Gonzalez, as well as his beloved son, Jose Ramón Gonzalez. He is survived by his cherished wife, Josefina, his children, Manuel Gonzalez (Margarita), Francisco Gonzalez (Yolanda), Carmen Williams, Lourdes Herrera (Carlos), and Felix Gonzalez Jr. (Unidad); his eleven grandchildren: Francisco Gonzalez Jr., Joe Anthony Gonzalez (Dani), Antonio Gonzalez (Maribel), Rosanita Gonzalez (Alfonso), Eric Gonzalez, Teresa Gonzalez, Christine Narro, Zane Narro (Jennifer), Gabriela Gonzalez (Willie), Felix Gonzalez III, and Christian Williams; and his thirteen great-grandchildren: Amoretta, Ari, Claire, Oliver, Isabella, Aviera, James, Aztlaneci, Emmy, Temixcalli, Felix IV, Ezra, and Kiauhcozcayo.
Felix leaves behind an enduring legacy of love, faith, strength, and commitment to his family and community. His memory will live on in the hearts of all who knew him, and he will forever be missed by his loved ones.
In Loving Memory
Felix Ramirez Gonzalez
SPANISH VERSION
Felix Ramirez González
20 de febrero de 1934 - 17 de marzo de 2025
Felix Ramirez González, de 91 años, falleció pacíficamente el 17 de marzo de 2025 en su hogar, rodeado por el amor de su familia. Nació el 20 de febrero de 1934 en el Distrito Federal, México. Felix vivió una vida llena de trabajo arduo, determinación, amor y devoción tanto a su familia como a su comunidad. Su extraordinaria vida, desde sus humildes comienzos hasta convertirse en un pilar de su familia y una figura respetada en San Antonio, es un testimonio de su resistencia, carácter y los valores que siempre defendió.
Felix conoció al amor de su vida, Josefina, en Monterrey, Nuevo León, México. Se casaron en 1956, comenzando juntos una hermosa vida de amor, fe y compañerismo. Juntos construyeron una familia que creció para incluir a seis hijos, once nietos y trece bisnietos, todos los cuales llevan adelante su legado. El amor perdurable de Felix y Josefina fue un modelo de devoción, y compartieron una profunda unión durante 69 años.
El camino de Felix a los Estados Unidos, en busca de una vida mejor para su familia, no fue fácil, pero lo enfrentó con fuerte determinación. Como el primero de su generación en emigrar a San Antonio, Felix enfrentó numerosos desafíos, especialmente aprender inglés. Sin embargo, a través de su arduo trabajo y perseverancia, superó estos obstáculos y se convirtió en ciudadano de los Estados Unidos en 1977. Su historia de autoaprendizaje y adaptación es un recordatorio poderoso de la fortaleza del espíritu humano y de la capacidad de superar las brechas culturales y lingüísticas mediante la dedicación.
Las contribuciones de Felix a su comunidad adoptiva fueron profundas. Como hábil soldador de oficio, desempeñó un papel fundamental en la creación de importantes monumentos locales, incluido su trabajo en el Monumento a los Veteranos en la Base Aérea de Kelly, donde su destreza se puede ver en la bandera de acero inoxidable que ondea orgullosamente, representando su dedicación a su país y los valores que representa. Felix también prestó su experiencia para ayudar en el ensamblaje del techo de la Torre De las Américas, un hito que sigue siendo un símbolo del crecimiento y la historia de San Antonio.
Devoto católico, Felix fue un miembro dedicado de la Basílica del Santuario Nacional de la Pequeña Flor durante muchos años. Sirvió como aguador por más de 40 años, llevando a cabo fielmente sus deberes y ejemplificando los valores de fe, servicio y comunidad que fueron el núcleo de sus creencias. Su profunda devoción a Dios y a su comunidad parroquial fue un enfoque de su vida, y será recordado como un hombre cuya fe guardó cedo.
Más allá de su trabajo y fe, Felix tenía un amor por el aprendizaje y un espíritu aventurero. Siempre estaba dispuesto a explorar nuevas ideas y experiencias, y su sentido del humor y su entusiasmo por la vida eran contagiosos. Tenía una habilidad única para hacer que aquellos a su alrededor se sintieran valorados y queridos, dejando detrás de sí innumerables recuerdos de risas, amor y experiencias compartidas.
Felix fue precedido en la muerte por sus padres, María Ramírez y Bartolo González, así como por su querido hijo, José Ramón González. Le sobreviven su amada esposa, Josefina, sus hijos, Manuel González (Margarita), Francisco González (Yolanda), Carmen Williams, Lourdes Herrera (Carlos) y Felix González Jr (Unidad); sus once nietos: Francisco González Jr., Joe Anthony González (Dani), Antonio González (Maribel), Rosanita González (Alfonso), Eric González, Teresa González, Christine Narro, Zane Narro (Jennifer), Gabriela González (Willie), Felix González III y Christian Williams; y sus trece bisnietos: Amoretta, Ari, Claire, Oliver, Isabella, Aviera, James, Aztlaneci, Emmy, Temixcalli, Felix IV, Ezra y Kiauhcozcayo.
Felix deja un legado perdurable de amor, fe, fuerza y compromiso con su familia y su comunidad. Su memoria vivirá en los corazones de todos los que lo conocieron y será profundamente extrañado por sus seres queridos.
En Memoria Cariñosa
Felix Ramirez González